El espíritu del congreso internacional, es abonar al máximo terrenos para hablar de diversidad, trascender denominativos como discapacidad, en el sentido que todos los que vamos a la escuela somos diversos. 

 

Por otra parte reconocer que quienes van a la escuela son comunidades de aprendizaje en ese sentido, sin desmedro del posicionamiento del sujeto, debemos recordar en este congreso,  que a la escuela asistimos y nos educamos como comunidades de aprendizaje:  familias, docentes, jóvenes, niños, sociedad en general.